Dr. Horacio Zefferino de la Fuente, en Diario Acción, Mercedes, 12/7/16. Dentro de unos días se reunirán las comisiones de Ediles de todo el país que están involucradas en el tema del cuidado del Medio Ambiente, y eso es muy positivo. Hace unos meses atrás, la Iglesia Metodista, junto a la Iglesia Católica llevaron a cabo una reunión con el fin de analizar el estado del Río Negro. Los académicos que envió la Universidad de la República fueron categóricos, los ríos del Uruguay, y especialmente nuestro Río Negro, están seriamente afectados, peligra seriamente la existencia de su fauna y también la de los seres vivos que se nutren del mismo. Hemos leído que el actual Diputado Enzo Malán está preocupado sobre el tema tratando de ampliar las Áreas Protegidas del Uruguay con el fin de que no se agraven los problemas, vemos muy positiva esta preocupación por parte del representante departamental. Es sabido que la concentración de ciertos elementos químicos, principalmente el fósforo que proviene de variadas fuentes, van a parar al río, y este elemento se convierte en la fuente para el anormal desarrollo de algas tóxicas, -(que dan el color verde al agua del río)- que en definitiva son las causantes de la muerte de animales, (casos de lanares en Durazno), y la afectación de la fauna del río. También otros tóxicos van a parar al río, en especial parte de los millones de litros de glifosato que se utilizan en la agricultura, herbicida que se está prohibiendo en muchas partes del mundo. Para luchar por el medio ambiente y en especial por la salud de nuestro Río Negro -objetivo que debe plantearse la población con el fin de dejarles a nuestras futuras generaciones en óptimas condiciones-, hay que tomar todas las medidas posibles con el fin de mitigar la contaminación. En círculos políticos, y con poca información al respecto, se viene barajando la idea de instalar una tercera planta de celulosa en el Uruguay. Ya lo había mencionado con alegría el ex presidente Mujica hace un tiempo atrás, ahora el tema está de nuevo en el candelero. El lugar en el cual se está pensando es en Paso de los Toros, es decir sobre aguas del Río Negro precisamente. Con esta planta las empresas que tienen áreas forestadas en el noreste del país y también posiblemente en el sur de Rio Grande, se verían muy beneficiadas en el transporte de la materia prima y de su procesamiento. Las plantas de celulosa que conocemos necesitan enormes cantidades de agua dulce para el procesamiento de la madera, y necesitan también un caudaloso flujo de agua donde verter sus efluentes que llevan en grandes cantidades los elementos contaminantes que anteriormente mencionamos. Por eso las plantas eligen lugares específicos para instalarse, sobre ríos caudalosos , (como el Río Uruguay), o sobre el mar como en Europa. No es caprichoso que UPM haya construido su planta aguas arriba de Fray Bentos, en el punto que está la misma, el río diluye mejor los deshechos que en otros sitios del mismo río. El Río Negro no tiene el mismo flujo de agua que el Río Uruguay, todos lo sabemos, cuando el Uruguay está con alto nivel, nuestro río se convierte casi en un estanque. Este hecho entonces me produce personalmente una gran preocupación y espero que sea estudiada por todas aquellas personas que quieren mejorar el Medio Ambiente, en especial en el encuentro de las comisiones de Ediles que se llevará a cabo en la próxima semana. Otra consideración que debemos poner sobre la mesa es el referente a si las plantas de celulosa contaminan o no contaminan, a fuerza de repetir una y otra vez que las plantas de celulosa no contaminan nos terminamos creyendo que el agua que entra a la planta sale luego en buen estado, o de mejor calidad, -como ridículamente aseveró un ex Ministro de Estado-. Las plantas contaminan, pero si esa contaminación no sobrepasa ciertos límites. - que algunos estados pusieron como umbrales máximos- se dice que no son contaminantes,… pero que contaminan….contaminan. Ya lo hemos dicho en varias oportunidades, las aguas más contaminadas del mundo son las del estrecho de Botnia, allá entre Finlandia y Suecia, estados que para mitigar el problema están sacando las fábricas, -entre ellas de celulosa- que vertían sus deshechos a los afluentes del golfo. Imaginémonos entonces lo que puede pasar en nuestro país, en nuestro Río Negro, en nuestras ciudades, en nuestros balnearios, si se instala definitivamente esa industria. Por eso les sugiero a los ediles que se reunirán en Mercedes, que pongan en consideración el tema de la tercera Planta de Celulosa sobre la mesa, que piensen más en el futuro de nuestras generaciones que en el número de trabajadores que puedan ser necesarios por unos años en la construcción de la planta. -para bajar momentáneamente los índices de desocupación-, debemos mirar más lejos, ….por lo menos así pienso yo. Demás decir está que las plantas de celulosa significan a mi entender una entrega de la soberanía nacional, ya que otorga la posibilidad de concentrar miles de hectáreas a manos extranjeras, multinacionales que no pagan impuestos por estar exoneradas y estar establecidas en zonas francas, llevándose todas las ganancias y sobre todo llevándose nuestra reservas naturales, como lo es la fertilidad de nuestros suelos, -materia orgánica que se acumuló durante miles de siglos y convertidas en troncos -, como lo asegura la Facultad de Ciencias de nuestro país. Debemos poner sobre la mesa si preferimos dejarles a nuestras futuras generaciones campos desertificados y plantas abandonadas, o colonias de productores cuidando la tierra y produciendo alimentos? Esa es la cuestión.
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Enero 2017
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