Aníbal Terán Castromán, desde Treinta y Tres. Modificarán directrices territoriales de Treinta y Tres que hoy permiten plantar hasta a 300 metros de un centro poblado. El nuevo límite será de 1500 metros. Un Diputado anunció la presentación de un proyecto de Ley para alejar las plantaciones de los centros poblados de todo el país. Así lo anunció el Intendente departamental en la reunión mantenida este lunes 24 de octubre con vecinos de Isla Patrulla. En el centro comunal de esa pequeña localidad de 236 habitantes (censo 2011), se cumplió esta instancia de diálogo con un grupo de pobladores movilizados ante los anuncios de forestación intensiva en los alrededores de su pueblo. Fue la segunda reunión con autoridades departamentales en los últimos diez días. Dardo Sánchez Cal se comprometió con los vecinos a poner en marcha una modificación de la directriz departamental de ordenamiento territorial, que es el instrumento jurídico que rige este tema. “No la vamos a hacer solo para Isla Patrulla, sino que la modificación tendrá carácter departamental”, dijo, a lo que agregó: “Vamos a enviar a la Junta Departamental una iniciativa para que no se pueda hacer forestación intensiva a menos de 1500 metros de un centro poblado con menos de 500 habitantes y a no menos de 2000 metros en caso de poblaciones mayores”. El anuncio fue recibido con gran satisfacción por los vecinos movilizados, ya que significa un triunfo, la obtención del 100% de sus aspiraciones. Aprovechando el momento favorable, también se le propuso al Intendente que revise la norma que permite forestar a tan solo 40 metros de la naciente de un río o arroyo y a tan solo 20 metros del cauce de un curso de agua en el departamento. En tal sentido prometió estudiar cuál debería ser el límite adecuado, reconociendo que lo actualmente dispuesto por las normas vigentes, es insuficiente para proteger las fuentes y las corrientes de agua en general. Por su parte el Diputado nacionalista Edgardo Mier anunció la presentación de un proyecto de Ley para marcar una distancia mínima de 1500 metros entre la forestación intensiva y un centro poblado, en cualquier parte del país. Esta disposición pasaría a llenar un vacío legal ya que en ninguna Ley nacional se especifica distancia mínima de protección para las plantas urbanas, asunto que por ahora se deja a criterio de las respectivas autoridades departamentales. También les leyó a los vecinos las palabras que va a pronunciar en la Cámara de Representantes, para darle estado parlamentario a la preocupación de estos pobladores respecto al avance de la forestación. También estuvo presente en la reunión de este lunes el Edil nacionalista José Amaro, quien en su intervención puso énfasis en la necesidad de asegurar el cumplimiento de las normas en esta materia, para evitar la impunidad de las empresas forestales, que según dijo, pueden “excederse de los límites que se les marcan si no hay una adecuada fiscalización”. Fue una reunión muy fructífera en la que quedó ratificado el poder de la movilización popular organizada. Si bien es una pequeña victoria que pretende hacer retroceder a la forestación intensiva que está autorizada a casi estrangular los pueblos con su avasallante presencia, no deja de ser un estímulo para ir por objetivos más ambiciosos.
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La forestación en las cuencas altas hace que falte agua cuando se necesita, se pierda la capacidad de dilución de los ríos y los contaminantes se concentren, preparando las condiciones para los procesos de eutrofización como ya vive el Río Negro y que, con los efluentes de una mega planta de celulosa, se pueden agravar mucho más. Víctor L. Bacchetta (La Otra Voz, de Tacuarembó, 14-20/10/2016) El profesor Daniel Panario, director de la Unidad de Ciencias de Epigénesis* (UNCIEP) y coordinador de la Maestría en Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, hace más de 25 años que comenzó a estudiar el caso de la forestación en gran escala con especies exóticas sobre nuestro territorio. Ya en 1990 y 1991 se consigna su participación en la investigación "Desarrollo forestal y medio ambiente en Uruguay", cuando llevaba solo tres años de ser aprobada la Ley Forestal (N° 15.939), que dio lugar al 'boom' de la forestación al final de esta década, tras el cual aterrizaron en el país las mega plantas de producción de celulosa. Panario tiene sobradas razones para hablar y ser referente nacional sobre este tema, no obstante lo cual, en la medida en que sus opiniones han cuestionado al modelo forestal y celulósico implantado en el país, ha sido atacado duramente, en particular por los gobiernos del Frente Amplio, sector político del cual ha sido votante. Esta entrevista pretende ser una puesta al día sobre las investigaciones científicas de los impactos ambientales de la forestación y las plantas de celulosa, el estado actual del Río Negro y las posibles consecuencias de la instalación en sus orillas de una nueva planta de celulosa anunciada por el presidente Tabaré Vázquez. Investigación a escala global VLB - Existen investigaciones nacionales e internacionales de varios años en torno a la forestación en gran escala de pinos y eucaliptos. ¿Cuáles son las principales conclusiones a las que se ha llegado acerca del impacto de estas plantaciones sobre los recursos hídricos? DP - A veces, cuando hay una cuestión polémica como ésta, alguna agencia internacional trata de dirimir el problema. Ese fue el caso en este tema del IAI de Estados Unidos (Inter-American Institute for Global Change) donde un grupo que nos invitó a trabajar, también consiguió un financiamiento como para realizar una investigación en cinco continentes. En realidad, este tema había sido discutido desde la década de 1940. Los primeros trabajos de investigación surgen en el 40 en España y en Sudáfrica, donde ya se habían instalado plantaciones de eucaliptos. Esto hizo que en el 70 en Sudáfrica establecieran que no se podía plantar más de un determinado porcentaje de las cuencas, sobre todo las cuencas altas. Ya en el 90 se prohíben todas las plantaciones y, literalmente, soltaron los elefantes. Las cuencas altas las consideraron zona de producción de agua, parques nacionales, punto. Mataron los eucaliptos con herbicida y se acabó la discusión en Sudáfrica. De todas maneras, el problema siguió planteado en el resto del mundo. El grupo del IAI estudió 20 pares de suelos, uno de pradera y otro de forestación, distribuidos en los cinco continentes. El resultado fue que en casi todos los casos, menos en tres, el consumo de agua de la forestación era muy superior al de la pradera previamente establecida. Solo en tres pares dio que el consumo de agua era igual. De hecho, ya desde la década del 40 se sabía que en lugares donde la precipitación anual es mayor de 1.500 milímetros de agua no hay casi diferencia, pero en lugares donde hay menos de 1.500 milímetros la reducción del agua en las cuencas llega al extremo de secarse. En el caso de Uruguay, el par que se estudió en el país dio una reducción del 20 por ciento. Otras opiniones en la academia VLB - Investigadores del Instituto de Mecánica de los Fluidos de la Facultad de Ingeniería han estudiado también este fenómeno y parecen llegar a otras conclusiones. DP - En efecto, hubo estudios en Facultad de Ingeniería que han dado reducciones de 15 a 17 por ciento. Estos investigadores tratan de justificar estos resultados para las empresas forestadoras, pero en los hechos no son muy diferentes de los primeros. Y llegan a esos resultados incluso teniendo en cuenta que la forestación, sobre todo en el verano, hace que cuando viene una lluvia y el suelo está seco, escurre todo, el agua se va por la superficie sin penetrar en el suelo. Los paisanos lo llaman "inundaciones sorpresivas" porque, no llueve lo suficiente como para que haya inundaciones, pero de repente se inunda todo. Quiere decir que, en realidad, el resultado es mucho peor que lo que establece la diferencia de rendimiento. Esto no ha sido convenientemente estudiado, pero está perfectamente determinado por la experiencia de la gente del lugar. Lo que ocurre es que cambia la microbiología del suelo, hay algo que antes llamábamos hongos, que predominan en la materia que van depositando los eucaliptos en la superficie, que generan una sustancia grasa y provocan que el agua no moje el suelo. Al final, cuando llueve mucho, el agua termina mojando el suelo y entonces penetra, pero inicialmente no. Esos investigadores dicen también que los acuíferos se reponen. ¿Pero qué acuíferos se reponen? Se reponen los acuíferos subterráneos profundos, pero no los superficiales, de los cuales depende la población de la campaña. Y los acuíferos subterráneos profundos se reponen porque por lo general lo hacen desde los ríos, se cargan por fallas geológicas que es por donde corren tramos importantes de casi todos los ríos. Entonces, los datos de las investigaciones de los ingenieros no son incorrectos, lo que es incorrecta es la interpretación. No sé si será maliciosa o por falta de comprensión del funcionamiento del ciclo hidrológico, que es bastante más complejo que agua que escurre y viaja por canales. Forestando las altas cuencas VLB - Las zonas de prioridad forestal en el territorio uruguayo se encuentran sobre las fuentes de los principales ríos. ¿Cuál ha sido el criterio para definir esas áreas? DP - El criterio para mi es que los árboles en esas altas cuencas rinden mucho porque tienen reservas de agua muy importantes. En las grietas de esas rocas se almacena una gran cantidad de agua y los eucaliptos buscan esa agua. Entonces el criterio es que rinden mucha madera y, a su vez, es cierto que no son agrícolas porque los suelos son superficiales. Pero las sierras son un acuífero, se llaman manantiales. La ley de protección de aguas de Brasil se llama Ley de Protección de Manantiales porque tienen bien claro donde se encuentra la fuente fundamental de drenaje. Y en el momento en que el agua vale, no cuando el agua cuesta. El agua vale cuando falta o hay lo necesario, el agua cuesta cuando se inunda, hay que evacuar gente, cambiar casas, etc. Esa es el agua que vale, la que surge de los manantiales de las sierras. VLB - ¿Qué consecuencias puede traer que se instalen allí grandes plantaciones? DP - Los impactos son diversos. Por un lado, va a faltar agua cuando se necesita, por el alto consumo de los eucaliptos. A su vez, se pierde la capacidad de dilución de los ríos, si bajamos el caudal los contaminantes se concentran en términos relativos. Entonces, se preparan las condiciones para que se produzcan los procesos de eutrofización y las altas concentraciones de algunos contaminantes. Transformaciones en los suelos VLB - ¿Qué cambios introduce la forestación en los suelos y cuáles son sus consecuencias? DP - Lo que hemos venido observando nosotros y otros investigadores es que se produce una fuerte acidificación del suelo. Los suelos se vuelven muchísimo más ácidos y esta acidez extrema termina atacando a los minerales, que es donde radica la fertilidad del suelo. En esa investigación de que hablaba, realizada en varios países, se verificó que hasta el agua de los arroyos que viene de una plantación se vuelve ácida, lo cual tiene varias consecuencias sobre su uso. Pero lo más importante es que la destrucción de ciertos minerales del suelo implica la irreversibilidad de ese proceso. Al cambiar la mineralogía, la mineralogía no se repone. Esas pequeñas partículas del suelo son fruto de una evolución milenaria, si les ponemos ácido y las destruimos, habrá que esperar milenios, con suerte, para que se repongan. VLB - Hemos escuchado que aparece aluminio, ¿esto qué efecto tiene? DP - En efecto, la acidificación libera aluminio y el aluminio es tóxico, aparte de potenciar la acidificación. Los suelos con aluminio son muy ácidos y, en consecuencia, sirven para muy pocos cultivos. A la larga, ni siquiera para eucaliptos. VLB - ¿Cuál es el ciclo de vida que pueden tener estas plantaciones, años, décadas o indefinido? ¿Cuál es la perspectiva de esas tierras en términos productivos? DP - No está estimado el ciclo. Siempre algún provecho se podrá sacar. Si se vuelven no suficientemente buenas para eucaliptos, plantarán pinos y con los pinos podrán seguir porque los pinos se desarrollan en suelos muy ácidos. Llover va a seguir lloviendo y algo seguirán produciendo, pero cada vez será menos. Efluentes de una planta de celulosa VLB - Conociendo las características de los efluentes descargados por UPM en el Río Uruguay, ¿cuál sería el posible impacto de los efluentes de una planta de doble tamaño sobre el Río Negro, cuyo caudal es siete veces menor que aquel? DP - Se sabe que el fósforo que descarga UPM en el Río Uruguay es equivalente al de los efluentes cloacales sin tratar de una ciudad del tamaño de Fray Bentos. Si esta tiene el doble de tamaño, serán como dos ciudades de unos 24 mil habitantes. Ahora, el problema fundamental es cuáles serán las exigencias. No se si a esta planta le van a exigir el tratamiento terciario de sus efluentes... VLB - Usted ya ha planteado este tema con respecto a UPM, pero en Fray Bentos no se hace. ¿Qué implica el tratamiento terciario de esos efluentes? DP - El tratamiento terciario permite, entre otras cosas, retirar del efluente el fósforo y el nitrógeno, retirarlo realmente. Lo cual es perfectamente posible, tampoco es demasiado caro. En algún momento hicimos un cálculo de cuánto le costaría hacer esto a UPM, creo que eran unos 200 millones de dólares. Si recuperaron el total de su inversión en tres años, esto no resulta ser caro para ese proyecto. Yo no puedo saber si esto lo harán o no en este caso. Pero en ese efluente van otras cosas además. Organoclorados, por ejemplo, y sustancias que los organismos leen como hormonas que comienzan a afectar toda la cadena trófica. Los peces cuando nacen no tienen definido el sexo, se define cuando empiezan a desarrollarse. Ahora, si se le introduce una hormona, se definen todos para el mismo lado. Este es el impacto más inmediato. Pero no tenemos nivel de base, no sabemos de dónde partimos VLB - ¿Cuál es el estado actual del Río Negro? DP - Está podrido, está totalmente eutrófico. Inclusive, las cianobacterias permanecen en el invierno, cuando normalmente casi que desaparecían en esa estación. Los embalses tienden naturalmente a eutrofizarse, porque una cosa es que los contaminantes pasen y sigan viaje y otra es que se queden como residentes en un embalse. El criterio que se aplicó con el Río Uruguay cuando se autorizó la planta de Botnia/UPM fue que como el río ya estaba contaminado no importaba agregarle algo más. Entonces, ese mismo criterio lo pueden volver a utilizar con el Río Negro. Cuando yo era joven no existían las cianobacterias en el Río de la Plata, pero ahora están llegando hasta la costa de Maldonado. Tanto es así que tuvieron que inventar una bandera roja con una cruz verde para decir: "señores, no se bañen porque se intoxican, se van a agarrar alergias o se van a agarrar diarreas ...". _______ * Biología: La epigénesis es el proceso de desarrollo de un individuo, a través del cual su estructura se diferencia y hace más compleja; el caso paradigmático es el del crecimiento, en el que a partir de un cigoto se desarrolla una compleja estructura celular y orgánica. En teoría de sistemas se incluyen los mecanismos que permiten a un determinado individuo modificar ciertos aspectos de su estructura interna o externa como resultado de la interacción con su entorno inmediato. UN ANÁLISIS PRELIMINAR El anuncio de la posible instalación de una mega planta de celulosa a orillas del Río Negro no nos enfrenta hoy ante el "desafío" de lo desconocido, como se invocaba 10 años atrás. A partir de la información trascendida y de la proveniente del desempeño de las dos plantas existentes, esbozaremos un panorama de los problemas que podrían surgir de la puesta en funcionamiento de esta tercera planta. Carlos Pérez Arrarte y Víctor L. Bacchetta (La Otra Voz, de Tacuarembó, 7-13/10/2016) Por la centralidad territorial de la Ruta 5, de la línea férrea Rivera-Montevideo, y de la localidad de Paso de los Toros, que constituye un nudo ferroviario, así como por la importancia y el estado de esas vías de comunicación, la planta anunciada tendría una conectividad mejor que las dos anteriores, situadas en ubicaciones limítrofes del país, que le permitirá abastecerse de materia prima en las principales zonas forestales y acceder al Puerto de Montevideo, un interés definido por la empresa. Considerando las áreas de prioridad forestal, si se trazan desde Fray Bentos y Paso de los Toros dos círculos de 200 kilómetros de radio, distancia deseable para que la industrialización sea más rentable y competitiva, se observa que la nueva planta podría abastecerse adecuadamente de árboles provenientes de los departamentos de Durazno, Tacuarembó, Rivera, Cerro Largo, Treinta y Tres y Lavalleja (ver mapa). Aunque no será desarrollado aquí, una evaluación de los impactos de las plantas de celulosa no puede ser ajena a los de las plantaciones de árboles que proveen la materia prima y son la razón de instalación de esta industria en el país. Los impactos de la forestación van desde la reducción del ciclo hidrológico y la biodiversidad hasta una grave alteración de la materia orgánica y las propiedades físico-químicas del suelo desarrollado evolutivamente en la llanura pampeana. Las plantaciones que Forestal Oriental (UPM) ha realizado, anticipando la posibilidad de otra planta, en regiones caracterizadas por la presencia de explotaciones agropecuarias extensivas y baja densidad de población, profundizarán el proceso de desertificación del territorio al Norte del país y la fragmentación de la sociedad rural. En particular, se acentuará la desaparición de pequeños y medianos establecimientos, que son los pilares de la sociedad rural que vive en el campo. Las plantaciones para producir celulosa son una forma de explotación de la tierra más extensiva que la gran ganadería, acentuada incluso por la creciente mecanización de la cosecha. Los Censos Agropecuarios entre 2000 y 2011 muestran que el empleo en el sector forestal se redujo de 4,5 a 1,8 trabajadores cada mil hectáreas, mientras que en la ganadería se situaba en 5,8 y 4,7 trabajadores, respectivamente. * Impactos multiplicados Un primer punto a destacar de los impactos ambientales que traería esa tercera planta es la gran concentración de agentes contaminantes que deberían ser absorbidos en una pequeña región de la naturaleza. Debe tenerse en cuenta que las dos plantas existentes en el país están separadas unos 150 kilómetros y la proyectada sería equivalente a la suma de las dos, en una sola localización, a lo que se agrega un caudal del Río Negro muy inferior al del Río Uruguay. Si la nueva planta duplica en capacidad a las existentes -aproximadamente 1:300.000 toneladas cada una-, como se ha anunciado, tendría una producción anual de 2:600.000 toneladas de celulosa. Utilizando parámetros de la planta más moderna del país, se infieren algunas variables del proceso productivo. Además de la planta de celulosa, debe ser considerada la industria química anexa a la planta, que produce insumos claves para el funcionamiento de la misma (ver cuadro). Un aspecto central será el abastecimiento de agua y los impactos asociados. La cantidad de agua del río requerida para producir una tonelada de celulosa es de 29 m3 (metros cúbicos) y el caudal de efluentes que regresa al río es de 25 m3 por tonelada; 4 m3 desaparecen en el proceso industrial. La producción diaria de celulosa en la nueva planta sería del orden de 7.900 toneladas, lo que implicaría una extracción diaria de agua de 229.100 m3 y un caudal diario de efluentes de 197.500 m3. De esta manera, en la Represa de Rincón del Bonete se perderían 31.600 m3, suponiendo que la planta toma el agua requerida del lago, pero en todo el sistema la pérdida es tres veces ese volumen, es decir 94.800 m3, porque el agua del Río Negro se turbina también en Baygorria y Palmar. Puntos problemáticos son tanto la extracción de ese volumen de agua y la pérdida neta de agua que no se turbina, como la composición de los efluentes. El volumen de efluentes de una planta de celulosa como la anunciada es muy importante y en directa correspondencia es el impacto de sus componentes. * Disputa por el agua El ambiente de la Cuenca del Río Negro es fuertemente conflictivo en torno a los diferentes usos de los recursos hídricos: ganadería, generación de energía eléctrica, cultivo de arroz regado, nuevos planes de riego promovidos por el MGAP, plantaciones forestales. Ahora se agregaría una mega planta de producción de celulosa, muy demandante por si misma del recurso. En 1980 se legisló limitando la captación de aguas superficiales en la cuenca del Río Negro, para defender el caudal destinado a la generación de energía eléctrica. El Decreto No 160/980 estableció criterios para la extracción de agua de los embalses y de los cursos afluentes que alimentan los embalses. En 1988, un nuevo decreto 212/988 amplió los límites originalmente establecidos para usos competitivos de las represas del Río Negro, ante presiones de usuarios agropecuarios. Se facultó al Ministerio de Transporte y Obras Públicas a otorgar las autorizaciones de uso de aguas para la construcción de obras de riego en los afluentes que alimentan los embalses hidroeléctricos del Río Negro, siempre que el volumen anual total no supere los 700 hectómetros cúbicos. Nunca se conoció públicamente ningún estudio que diera la base técnica de esa medida y ahora ese cupo ya está completo. * Contaminaciones Existe una gran variedad de componentes que integran los efluentes - sustancias orgánicas consumidoras de oxígeno, nutrientes -fósforo y nitrógeno-, un conjunto de minerales - arsénico, cadmio, cobre, mercurio, níquel, plomo, zinc -, sustancias muy tóxicas -dioxinas, furanos, fenoles-, sustancias que alteran el sabor del pescado-, materiales particulados, compuestos clorados orgánicamente ligados (AOX), compuestos de azufre, agentes microbiológicos, etc. De los nutrientes, el fósforo es el generador principal de la creciente proliferación de cianobacterias, algas microscópicas que dan una coloración verde al agua y producen diversos metabolitos, en particular una cianotoxina cancerígena, la microcistina. Las cianobacterias en el Río Uruguay se han vuelto habituales, sobre todo en el verano, ya llegan al Río de la Plata y cada año su presencia se ha ido extendiendo más hacia el este. A lo anterior se suma la temperatura de vertido de esos efluentes. Uruguay modificó la norma internacional aceptada en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) según la cual la temperatura de los efluentes no debe superar las “condiciones naturales del río”, que en los últimos años no excede los 20°C. En 2011, Uruguay le permitió a UPM volcar sus efluentes con una temperatura de 30°C a 37°C. Este es otro motivo del desacuerdo entre las delegaciones de Argentina y Uruguay en la CARU por el cual no se ha dado a conocer hasta ahora el resultado de los análisis sobre la calidad de las aguas del Río Uruguay, encomendado al Comité Científico Binacional constituido tras el fallo del Tribunal de La Haya. Es peor aún, al asumir el cargo, el actual presidente de la delegación argentina, Mauro Vazón, declaró que es política de ambos gobiernos no brindar al público esa información. Esos contaminantes se distribuirán por todo el recorrido del Río Negro aguas abajo de la ubicación de la planta -de unos 300 kilómetros aproximadamente- hasta su desembocadura en el Río Uruguay, afectando la biodiversidad en el cauce del río, en las dos riberas, en los diversos usos actuales del agua, como el consumo humano en localidades urbanas y en los establecimientos agropecuarios, en el consumo de los animales puestos a pastoreo, así como en los suelos y la vegetación que soportan riego con agua proveniente del río. Debe resaltarse el impacto que tendría el agregado de nutrientes al Río Negro que, combinado con los tres embalses que potencian las condiciones para el desarrollo de micro algas, y la mayor temperatura que experimenta el agua por las condiciones climáticas recientes y por la temperatura de vertido de esos efluentes, fortalecerán el desarrollo de floraciones de cianobacterias que, ya actualmente -sin la presencia de la planta de celulosa-, constituyen un grave problema para los seres vivos. Por último, las emisiones gaseosas de las chimeneas de la planta, provenientes de la caldera de recuperación, de la caldera de biomasa y del horno de cal, son otra fuente significativa de contaminación que podrá alcanzar distancias de hasta 50 kilómetros, concentrándose en franjas territoriales de acuerdo con la mayor frecuencia de la orientación de los vientos predominantes, en general provenientes del sureste y noreste según la estación del año. En resumidas cuentas, aunque algunas autoridades insisten en lo contrario, no se puede sostener seriamente que las plantas de celulosa no contaminan. Las propias actas de la Comisión de Seguimiento de UPM en la Dinama dan cuenta del contenido de los efluentes, las emisiones gaseosas y los residuos sólidos de la planta. En más de una oportunidad, los efluentes de UPM sobrepasaron los límites admitidos por la Dinama y la empresa fue sancionada. |
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Enero 2017
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